lo que pasa es que me gustaría dejar de pensar,
que dejemos de pensar
los dos.

quisiera adelantar el tiempo
y volver atrás.

cuando lo único que hacíamos era hacernos bien.

sin ruidos laterales
de miedos, de mentiras, de desconfianza.
sin prejuicios,
sin hacer de cuenta que conocemos al otro.

y agarrarnos de la mano
sin importar por qué,
sólo llevados por el impulso.
y caminar y caminar,
sin mirar atrás, ni adelante,
sólo a nuestros ojos.
y decir las cosas que realmente sentimos,
sin disfrazarlas con verguenza
ni con protección, y mucho menos odio (no existe tal cosa).



pero parece que ya es tarde.
el tiempo habló, y no lo escuchamos.
una ráfaga de Viento nos despeinó
y se llevó nuestras almas.

y ahora es tiempo de buscarlas
cada uno por separado.